¿Considera usted importante reducir o eliminar la pesca indiscriminada de ballenas en aguas de la Antártida?

miércoles, 14 de abril de 2010

Fuentes de consulta

A continuación, se desglosará nuestras fuentes de consulta:

- http://greenpeaceblong.wordpress.com/2009/11/19/el-ultimo-viaje-de-la-flota-ballenera-japonesa/

- http://www.greenpeace.org/mexico/campaigns/oceanos/ballenas/en-riesgo-permanente/cacer-a-de-ballenas

- http://www.tierramerica.net/2001/0624/losabias.shtml

- http://www.antarkos.org.uy/info-gral/flora-fauna/animales-antartida-ballenas-focas.htm

*Imágenes cortesía de google.images.com

Causas de la pesca de ballenas

Se hablan de dos tipos de causas: básicas y causas directas.

Causas básicas
La causa principal causa por la que las especies ven reducidas sus poblaciones es la destrucción del hábitat debido a actividades humanas.
A medida que evolucionan las diferentes especies, la mayoría de ellas se adaptan al hábitat o ambiente específico que mejor reúne sus necesidades de supervivencia. Sin este hábitat particular, la especie no puede sobrevivir.
Actividades humanas como contaminación, drenaje de humedales, conversión de sabanas en tierras de pastoreo, deforestación, urbanización, destrucción de los arrecifes de coral, y la construcción de caminos y presas, han destruido o dañado seriamente y fragmentado los hábitats disponibles.

La fragmentación de hábitats, el aislamiento y división de hábitats en áreas menores, han provocado que las especies de plantas y animales que permanecen en esas "islas" de hábitat pierdan contacto con otros de su propia clase. Esto reduce su diversidad genética, haciéndolos menos adaptables al cambio ambiental o climático, y los deja altamente vulnerables a la extinción. A veces los hábitats fragmentados llegan a ser tan pequeños que no pueden mantener una población sostenible.

Causas directas – 1. Sociedades preindustriales
Los humanos empezaron a causar la extinción de organismos desde hace mucho tiempo. Hace 12,000 años, desaparecieron súbitamente más o menos dos tercios de las especies existentes de mamíferos de gran tamaño. Al mismo tiempo, ocurrieron pérdidas similares en los demás continentes. Esta súbita mortalidad ocurrió al mismo tiempo en que los humanos empezaron a llegar al Hemisferio Occidental.



En Madagascar, por ejemplo, poco después de la llegada del Homo sapiens desaparecieron un ave gigante que no volaba y un hipopotamo enano; ningun factor climático global ni geográfico puede explicar las extinciones. Luego, hace unos pocos siglos, la explotación directo por los humanos, la destrucción del hábitat y la depredación por mamíferos introducidos erradicó completamente al pájaro Dodo de la isla Mauricio.

2. Cacería
Un buen ejemplo es la desaparición de la paloma pasajera de Norte América. La paloma pasajera era bien conocida por sus enormes poblaciones.
A medida que pasaba el tiempo, aumentaba la población humana y pronto había ferrocarriles y hogares donde antes había bosques vírgenes, y las aves podían ser enviadas a los centros comerciales. Los bosques fueron cortados. Los cazadores idearon muchas maneras para matar grandes números de aves, incluyendo sofocación quemando la hierba o azufre, envenenamiento mojando semillas con alcohol, golpeando los nidos con largos palos, disparos de cañones, o con redes (y luego aplastaban sus cabezas con pinzas). En 1878, una persona envió al mercado tres millones de aves desde la última reserva del ave.
La disminución de la paloma pasajera fue tremeda y sorprendentemente rápida. Sorprendentemente, la cacería no fue lo que al final mató a las aves ya que, al desaparecer las grandes bandadas, había dejado de ser lucrativa. Sin embargo, la formación de enormes bandadas había sido esencial para la supervivencia de la paloma y, cuando sus poblaciones se volvieron demasiado pequeñas para mantener grandes colonias reproductoras, otros factores como fallos reproductivos, consanguinidad y muertes por depredación, empujaron la especie hacia la extinción.
No hay necesidad de prohibir completamente la cacería, pero debe tenerse cierta simpatía hacia los animales. Cazar no es exterminar.



3. Colección
Las colecciones para zoológicos y laboratorios han ayudado a reducir las poblaciones de gorilas casi hasta el punto de la extinción, especialmente cuando muchos son muertos en el proceso de la captura o mueren en cautiverio antes de ser exhibidos o realizados experimentos en ellos. Algunos zoológicos también ponen presión sobre especies en peligro, ya que a veces compran animales de traficantes cuestionables.
No solamente se colectan para los zoológicos sino que para también para el negocio de las mascotas. En 1970, casi 84 millones de peces vivos fueron importados en Estados Unidos y para 1979 el número había subido a cerca de 250 millones.



También las plantas son enviadas a otros países usando medios ileguales. Entre Octubre de 1977 y Septiembre de 1978, 7 millones de plantas de cactus fueron importadas en Estados Unidos desde más de cincuenta países. Estas plantas adornan las casas y jardines de los coleccionistas hasta que mueren, incapaces de reproducirse y mantener sus poblaciones y, con frecuencia, viviendo en lugares inapropiados. En 1978, toda una población completa de una especie de cactus (solamente se conocían dos poblaciones de esa especie), fue llevada a Alemania en quince maletas.

4. Pieles



Otra amenaza para los mamíferos terrestres es la cacería para conseguir sus pieles. Los humanos han usado, durante siglos, pieles para vestirse, como alfombras y para sus tiendas. Pero la matanza sin sentido de un número grande de mamíferos con la única finalidad de conseguir sus pieles es un fenómeno relativamente reciente.
El Dalai Lama pidió a todos los tibetanos a que dejaron de usar ropas tradicionales decoradas con pieles de animales salvajes durante la ceremonia Kalachakra realizada en enero de 2006 en Amravati, sur de la India.
Su Santidad les pidió que inculcaran el amor y el respeto hacia todos los seres vivos y que conservaran la vida silvestre. Dijo, "Cuando regresen a sus respectivos lugares, recuerden lo que dije, no usar, vender ni comprar animales salvajes, sus productos o derivados."
En 2005, la Agencia de Investigaciones Ambientales(enlace externo), localizada en Londres, dijo que el mercado para el tigre "ha estado incrementándose fuera de control durante cinco años; cada año, enormes cargamentos de pieles han sido confiscados en India, Nepal y China, y en muchos de ellos hay evidencias del activo involucramiento de tibetanos."

Se hablan de muchas otras causas aparte de estas, como la depredación, la pérdida del hábitat, el comercio, la agricultura y la contaminación.

¿Cómo y por qué son cazadas las ballenas?

Las ballenas grises
Esta especie habita aguas poco profundas de la plataforma marina. Existen dos bancos de ballenas grises del Pacífico Norte: el banco del Pacífico del Noreste o banco de California, y el Pacífico del Noroeste, conocido sino como banco coreano o asiático.
Las ballenas grises crecen hasta alcanzar los 11 o 15 metros (36-49 pies) de largo y pesan un máximo de 35 toneladas (77.161 libras). Como sugiere su nombre, las adultas son de color castaño-gris a gris claro. Están cubiertas con manchas claras y parches blancos o anaranjados de piojos de mar y percebes.
El banco del Noroeste del Pacífico fue cazado hasta casi su extinción y permanece severamente agotado con poco más o menos 50 individuos reproductivos.
Se cree que los territorios para la primera crianza, y para el apareo de esta población remanente se encuentran en las aguas costeras del Mar del Sur de China, con zonas alimentarias de verano en el Mar de Okhotsk frente a la costa nororiental de la Isla Sakhalin, en Rusia.
El banco del Noroeste del Pacífico se cría en las lagunas de Baja California, en México, antes de emprender una migración de hasta 18 mil kilómetros hacia las zonas alimentarias durante el verano en los Mares de Bering, Chukchi y Beaufort.
Una población de ballenas grises que habitaba el Atlántico Norte fue cazada hasta su extinción ya en el siglo diecisiete
El banco del Pacífico del Noreste se ve afectado por la degradación y pérdida de su hábitat, especialmente en el desarrollo de las importantes zonas de crianza en México.
Las amenazas actuales para el banco del Pacífico Noroeste incluyen un nivel indeterminado de cacería, pesca incidental por parte de pescaderías Chinas, la actividad industrial y naviera cerca de la orilla, el desarrollo de la industria del petróleo y del gas incluyendo las pruebas sísmicas a lo largo de la costa, perforación y tráfico marítimo y aéreo, y los derrames de
petróleo.
Las ballenas grises están también afectadas por el desarrollo industrial y la contaminación por ruido. También preocupa la contaminación química.
Después de 1937, la ballena gris ganó protección contra la cacería bajo el Acuerdo Internacional para la Regulación para la Pesca de la Ballena, firmado por Noruega, Estados Unidos y otros países. Este acuerdo no protegió a las ballenas grises de los países balleneros no-firmantes tales como Japón y la Unión Soviética, como tampoco de las recopilaciones científicas de Canadá (en 1953) y de Estados Unidos (1959-1970).
Aunque protegidas, ballenas de este banco fueron cazadas ilegalmente posiblemente hasta 1980. Una ballena fue cazada ilegalmente cerca de la costa del Japón en 1996.
La cacería comercial que se llevó a cabo en los siglos XIX y XX devastó a la gran mayoría de las poblaciones de ballenas del mundo. Se ha estimado que entre 1925 -cuando fue creado el primer barco factoría- y 1975 más de 1.5 millones de ballenas fueron cazadas.
Las primeras ballenas en acabarse fueron la franca y la de arco. Al ser las más lentas, podían ser cazadas desde barcos de vela y lanchas de remos. La ballena franca tuvo que ser protegida desde 1935. Sin embargo, no se ha podido recuperar y quedan menos de 500 individuos de la población del norte. La ballena gris mexicana que era cazada en sus hábitats de apareamiento y reproducción, frente a las costas de la península de Baja California, fue declarada en peligro de extinción a finales del siglo XIX y nuevamente a principios del siglo XX. Tuvo que ser protegida en 1946. El resultado fue exitoso: actualmente se encuentra recuperada. No ocurrió así con la ballena gris del oriente que fue casi exterminada, al grado que sobreviven menos de 100 individuos.
Las ballenas eran perseguidas por barcos de caza muy rápidos. Una vez atrapadas las trasladaban a los barcos factoría. Este método permitió ir tras las ballenas más veloces. La cacería se dirigió hacia la ballena jorobada, la ballena azul y el cachalote. La ballena jorobada fue arrasada y se le tuvo que proteger en 1966, le siguió la inmensa ballena azul que se protegió en 1967. El cachalote fue protegido en 1985.
Posteriormente los balleneros apuntaron las miras de sus cañones arponeros contra la ballena de aleta o rorcual común, que es la segunda más grande del mundo, y otras más pequeñas y rápidas como en el rorcual tropical y el de sei. Estas ballenas fueron protegidas hasta la moratoria establecida en 1986.

Caza de ballenas por parte de flotas japonesas



La flota ballenerá japonesa inicía la cacería de ballenas rumbo al Antártico
Sea shepherd responderá a la matanza de ballenas con la operación Matilda
activistas de Greenpeace acosan ballenero japonés
La flota ballenera japonesa zarpó de nuevo este jueves 18 de noviembre del Puerto de Innoshima con rumbo hacia las aguas del Santuario Ballenero Austral, donde matará cerca de mil ballenas con supuestos fines científicos.


El barco factoría Nisshin Maru y las embarcaciones Shonan Maru y Yushin Maru 2 y 3, navegarán durante los próximos cinco meses en las aguas del Océano Austral con el fin de continuar con el polémico programa de “caza científica” de ballenas que Japón realiza desde la implementación de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas en 1986. Desde entonces, este país oriental ha capturado más de ocho mil ballenas con supuestos fines científicos las cuales son comercializadas posteriormente en el mercado nipón.
La partida de la flota se produce a pocos días que 40 organizaciones civiles de 15 países de América Latina solicitaran a sus gobiernos presentar una protesta diplomática en contra de la denominada “caza científica” de ballenas. Sin embargo, hasta la fecha la solicitud no ha sido respondida formalmente, aumentando la preocupación de la ciudadanía en uno de los temas más polémicos que afectan a las poblaciones de ballenas del hemisferio sur y la gobernabilidad de la Comisión Ballenera Internacional.

En la solicitud, las organizaciones denuncian que los niveles de captura de Japón son similares a las cuotas de caza comercial de ballenas usadas antes de la adopción de la moratoria y que este tipo de operaciones son un mecanismo de presión inaceptable en medio del proceso de negociación para definir el futuro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Desde junio de 2008, este organismo internacional creado hace más de sesenta años ha orientado sus esfuerzos a modernizar su estructura con el fin de adaptarla a las necesidades e intereses de los tiempos actuales. Sin embargo, uno de los temas más conflictivos de este proceso continúa siendo el abuso sistemático de Japón a los estatutos de la Comisión mediante la caza indiscriminada de ballenas con supuestos fines de investigación científica.

Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, “nos llama profundamente la atención el silencio de Chile y la región frente a la solicitud realizada la semana pasada por decenas de ONGs, en particular considerando que uno de los compromisos del Grupo Buenos Aires es el rechazo a la caza científica de ballenas.”



El Grupo Buenos Aires reune a los países de América Latina que son miembro de la Comisión Ballenera Internacional y desde su creación en 2005 ha adoptado una serie de declaraciones donde se destaca el compromiso permanente de la región con el uso no letal de las ballenas, la vigencia a la moratoria sobre la caza comercial y el rechazo a las operaciones de “caza científica” de ballenas, entre otros.

Al respecto, José Truda Palazzo Jr., representante de Centro de Conservación Cetacea en Brasil afirmó que “resulta inconcebible que nuestros países sigan participando en un proceso diplomático que se ve violentado una vez más por la mala fe de Japón, un país que nunca ha hecho ningún gesto de buena voluntad sino todo lo contrario, solamente ofrenda agravios como es el retorno su flota al hemisferio Sur con el fin de robar las ballenas de la región. Esa apropiación indebida de nuestra biodiversidad compartida habría que llevarla a los tribunales internacionales.”

Por su parte, Cosme Caracciolo, secretario general de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH) y candidato a diputado en las próximas elecciones parlamentarias, afirmó que “Chile es un ejemplo a nivel mundial en cuanto al cuidado de estas especies por lo tanto en el actual escenario de irrespeto por parte de de un sector de la industria japonesa es necesario que nuestro gobierno lidere la protesta. No solamente con palabras se reafirman posiciones sino, como es en este caso, Chile debe implementar acciones concretas para impedir que otras naciones pasen por sobre los acuerdos que como nación hemos adoptado.”

Finalmente, Juan Carlos Cárdenas, director ejecutivo del Centro Ecoceanos declaró que “esperamos que el zarpe de la flota ballenera japonesa sea un incentivo para que nuestro país, como nación comprometida de manera permanente con el uso no letal de las ballenas, lidere acciones a nivel regional con el fin de enviar una clara y fuerte señal a Japón, ya que el éxito o fracaso del proceso de negociación para definir el futuro de la CBI depende en gran medida de la forma cómo se resuelva este tema tan desagradable.”

Greenpeace pide que ésta sea la última salida de esta flota
La organización ecologista ha desplegado una pancarta frente al buque ballenero Nisshin Maru en la que se puede leer “Yes We Can”, con la que pide al nuevo primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, y al presidente Barack Obama que trabajen de forma conjunta para poner fin a la caza de ballenas.

Ambos líderes proclamaron en sus respectivas campañas electorales que la caza de ballenas no tiene futuro. La administración Obama se opone públicamente a la caza “científica” de ballenas, mientras que Hatoyama se comprometió a eliminar la corrupción administrativa y el despilfarro del dinero de los contribuyentes, del cual la industria ballenera es uno de los principales ejemplos.

Este año, la caza de la flota ballenera en aguas antárticas estará subvencionada por 795 millones de yenes (6 millones de euros, aproximadamente) de los contribuyentes. Sin embargo, esta industria opera actualmente con pérdidas debido a la falta de demanda de carne de ballena (el precio de venta al por mayor de la carne de ballena se ha reducido por segunda vez en 2009 con la intención de estimular la poca demanda) y se prevé que los costes aumenten.